El gobierno venezolano no parece concebir al sector petrolero como una pieza central para el desarrollo económico y para la participación exitosa en la economía global. Más allá de discursos sobre el desarrollo endógeno, la concepción gubernamental parece limitarse en la práctica a maximizar los ingresos fiscales petroleros que percibe el estado y a usarlos para financiar programas sociales y una variedad de gastos gubernamentales con bajo componente de inversión productiva

sábado, 16 de enero de 2010

EL DESAFIO DE AUMENTAR LA PRODUCCION PETROLERA EN VENEZUELA

Es importante tener como referencia que nuestras exportaciones petroleras se estiman en 2006 en 2,0 millones b/d aproximadamente, de acuerdo a la producción petrolera calculada por fuentes secundarias del mercado internacional en 2,6 millones b/d, cifra inferior a los 3,2 millones b/d de producción de acuerdo a las cifras oficiales. La aguda polarización política del país deriva en la prevaleciente propaganda gubernamental, según la cual todo volvió a la normalidad al finalizar el paro petrolero a principios del 2003. Luego de medio siglo, fluctuaciones en los volúmenes de producción y precios, aumento significativo de las reservas probadas y probables (ahora incluyendo el crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco), nuestras exportaciones petroleras han caído sustancialmente y son similares a las de hace cincuenta años. No se trata de una política conservacionista, ni de restricción por la cuota OPEP, sino de un cambio de orientación en la política petrolera y de graves problemas para sostener la capacidad productiva en la empresa estatal, PDVSA. La búsqueda de alternativas para enfrentar esta situación se complicó dramáticamente para PDVSA con la punitiva y autodestructiva expulsión de casi 20.000 técnicos, ingenieros, geólogos, investigadores, cuadros gerenciales, en medio del conflicto político de 2002-2003. La empresa literalmente perdió gran parte del acervo corporativo de conocimiento, experiencia en exploración y producción, investigación y desarrollo, refinación y comercialización.


Quedan dos grandes caminos de política petrolera a seguir en el futuro. El primero, es el desarrollo del enorme potencial de la Faja Petrolífera del Orinoco para producir crudo mejorado o sintético, de alto valor en el mercado internacional. El segundo es la explotación del gas natural no asociado a la producción petrolera en el cual se avanza lentamente.

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